Fisioterapia postquirúrgica en Arganzuela para una recuperación más rápida y segura
Acelera tu rehabilitación
Beneficios de la fisioterapia postquirúrgica en nuestra clínica de Arganzuela
Una intervención quirúrgica, por muy exitosa que sea, implica una pérdida temporal de movilidad, debilidad muscular y, en muchos casos, dolor o inflamación. La fisioterapia postquirúrgica tiene como objetivo acortar los tiempos de recuperación, prevenir complicaciones y guiar al paciente hacia una recuperación completa y funcional.
En nuestra clínica en Arganzuela trabajamos con pacientes operados de rodilla, hombro, columna, cadera, tobillo, muñeca o incluso tras cirugías abdominales o mamarias. Valoramos cada caso de forma individual, elaboramos un plan personalizado y utilizamos técnicas basadas en la evidencia como terapia manual, ejercicios guiados, drenaje linfático o movilizaciones pasivas.
Además, realizamos un seguimiento constante y adaptamos el tratamiento a cada fase de la recuperación, desde la fase más temprana hasta la reincorporación total a la actividad diaria o deportiva. Nuestro enfoque es progresivo, respetuoso con el cuerpo y orientado a resultados duraderos.
Cómo trabajamos la rehabilitación tras una operación
En las primeras fases del tratamiento nos centramos en controlar el dolor, reducir la inflamación y comenzar con movilizaciones suaves para evitar rigideces. A medida que el cuerpo lo permite, añadimos ejercicios de fortalecimiento, reeducación del movimiento y trabajo funcional específico.
También trabajamos aspectos como el equilibrio, la coordinación o la cicatrización de los tejidos, según el tipo de cirugía. Nuestro equipo coordina el tratamiento con las pautas médicas del cirujano y ofrece orientación para realizar en casa estiramientos o cuidados posturales seguros.
FAQ
Preguntas frecuentes sobre fisioterapia postquirúrgica en Arganzuela
Cada cirugía y cada paciente es distinto, por eso la recuperación debe ser personalizada. La fisioterapia postoperatoria resuelve dudas, mejora la confianza del paciente y reduce los riesgos de recaída o secuelas. A continuación, te dejamos algunas de las preguntas más comunes que nos hacen en consulta.
En la mayoría de los casos, sí. Cuanto antes se empiece, mejores son los resultados. Hay técnicas adaptadas para las primeras fases en las que apenas se puede mover la zona operada, lo importante es que el tratamiento evolucione al ritmo del paciente.
Puede haber pérdida de movilidad, debilidad muscular, dolor persistente o mala cicatrización. La fisioterapia previene estas complicaciones y ayuda a que los tejidos se recuperen de forma funcional y equilibrada.
El tratamiento se adapta a cada fase de la recuperación. Al principio se busca aliviar el dolor, no aumentarlo. Con el tiempo, los ejercicios pueden generar algo de molestia normal por el esfuerzo, pero nunca dolor excesivo. Siempre priorizamos el confort del paciente.
Sí. En esos casos se trabaja alrededor de la zona o con técnicas específicas que no interfieren con la cicatrización. También se pueden tratar otras zonas que se vean afectadas por la inmovilidad, como la espalda, la cadera o el cuello.
Definitivamente. Muchas personas se sienten frustradas, inseguras o temerosas después de una operación. Recuperar el movimiento y la fuerza mejora la confianza, la autoestima y el bienestar general. La rehabilitación es también un apoyo emocional.